MANUEL GONZÁLEZ PRADA
LOS CACTOS
Las indomables hordas de la selva
Hierven, se ayuntan en espesos bandos,
Y juran guerra, muerte y exterminio
A los tranquilos pueblos de los llanos.
Y dicen: -“Besaremos a sus hijas,
Sus casas talaremos y sembrados,
Y la inmortal Serpiente adoraremos
Al arruinado pie de los santuarios.
Ni tú, potente Sol inaccesible,
La ruina detendrás y los estragos:
Si ellos son las palomas indefensas,
Nosotros, los halcones y milanos”.
Parten, y salvan ardorosos yungas,
Hondas quebradas, ríos y nevados,
Y de las altas cumbres desafían
A las felices tribus de los llanos.
Agitan ya las hondas, ya se lanzan;
Mas mueve el Sol la omnipotente mano,
Y las salvajes hordas se detienen,
Transfiguradas en bravíos cactos.
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου