ANTONIO DELTORO (1947)
FÚTBOL
Entre la multitud que se agita como un bosque encantado,
libres del deber, por el gusto del pasto, en la delicia
Entre la multitud que se agita como un bosque encantado,
libres del deber, por el gusto del pasto, en la delicia
de ver rodar,
de sentir cómo nace del pie la precisión que en la vida normal
de sentir cómo nace del pie la precisión que en la vida normal
le arrebató la mano,
estamos reunidos hoy en este campo donde no crece
estamos reunidos hoy en este campo donde no crece
ni la cebada ni el trigo;
somos el coro que lamenta y festeja,
el suspiro que acompaña el balón cuando pasa de largo
somos el coro que lamenta y festeja,
el suspiro que acompaña el balón cuando pasa de largo
y el grito entre las
redes.
Nació la pelota con una piedra o con la vejiga
hinchada de una presa abatida.
No la inventó un anciano, ni una mujer, ni un niño;
La inventó la tribu en la celebración, en el descanso,
Nació la pelota con una piedra o con la vejiga
hinchada de una presa abatida.
No la inventó un anciano, ni una mujer, ni un niño;
La inventó la tribu en la celebración, en el descanso,
en el claro del bosque.
Contra el hacer, contra la dictadura de la mano,
yo canto al pie emancipado por el balón y el césped,
al pie que se despierta de su servil letargo,
a la pierna artesana que vestida de gala va de fiesta,
al corazón del pie , a su cabeza, a su vuelo aliado de Mercurio,
a su naturaleza liberada del tubérculo;
a cada hueso de los dos pies, a sus diez dedos
que atrapan habilidades hace milenios olvidadas en las ramas
Contra el hacer, contra la dictadura de la mano,
yo canto al pie emancipado por el balón y el césped,
al pie que se despierta de su servil letargo,
a la pierna artesana que vestida de gala va de fiesta,
al corazón del pie , a su cabeza, a su vuelo aliado de Mercurio,
a su naturaleza liberada del tubérculo;
a cada hueso de los dos pies, a sus diez dedos
que atrapan habilidades hace milenios olvidadas en las ramas
de los árboles.
Yo canto a los pies que fatigados de trabajar las sierras
Yo canto a los pies que fatigados de trabajar las sierras
llegaron al llano e
inventaron el fútbol.