JUAN GELMAN
MI BUENOS AIRES
QUERIDO
Sentado al borde
de una silla desfondada,
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
mareado, enfermo, casi vivo,
escribo versos previamente llorados
por la ciudad donde nací.
Hay que
atraparlos, también aquí
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
nacieron hijos dulces míos
que entre tanto castigo te endulzan bellamente.
Hay que aprender a resistir.
Ni a irse ni a
quedarse,
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.
a resistir,
aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.
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