MALCOLM DE CHAZAL
AFORISMOS
El grano es la cartera femenina de las plantas.
La bailarina danza por secciones sucesivas de su cuerpo en arpegio. En todo el
campo natural, sólo el agua en movimiento danza con todo su cuerpo a la vez.
Las flores tienen miradas de niño y boca de viejo - inocencia y sabiduría
reunidas., los polos de la vida se tocan, círculo cerrado de lo divino.
La nariz es quizás la parte del rostro que más advertimos en los demás, y es,
al mismo tiempo, la parte de nuestro rostro que menos sentimos sobre nuestra
cara. Mientras que estamos totalmente conscientes de nuestra boca, sentimos
nuestra nariz como fuera de nosotros mismos: una condición que nos torna mucho
más conscientes del vecino que de la nuestra propia.
El idiota bala con la mirada.
El sapo que huye por efectos del miedo, nada corriendo, como un pez salido del
agua corre nadando.
La boca es la estación de partida de la risa, y el ojo, la del término. Mucho
tiempo después que la boca se ha callado, el ojo ríe todavía.
La luz jamás es sucia, salvo en la mirada del hombre.
El oído es un espectador que aplaude con los ojos.
La bondad civiliza. ¡Cuántas santas comenzaron como campesinas y terminaron
como grandes señoras!...
El adulterio es para el hombre un excitante, y para la mujer un calmante.
La pasión sin testigos tiene una vida corta. Romeo y Julieta, en una isla
desierta, hubieran terminado pronto como un matrimonio burgués.
La plegaria verdadera nos hace arrodillarnos tanto de codos como de rodillas.
En el éxtasis, la boca se prosterna en el rostro, como una rodilla rezando.
El sol es el comunismo integral, salvo en las ciudades, donde el sol es
propiedad privada.
Los snobs tosen por la nariz.
El perro es, de todos los seres vivientes, el que menos tiene el instinto
nómada. Por este título, es el primero en fecha de los civilizados. Y como
prueba: los perros domésticos se apartan instintivamente de los perros
vagabundos, como nosotros, los hombres, evitamos a todos los que no tienen un
techo fijo.
La flor no conoce los "días de la semana". Ella está siempre vestida
de domingo.
La boca es el anagrama de los ojos. Y los ojos, el anagrama de la boca.
El color gris es el cenicero del sol.
El animal subraya con la cola sus gritos. Sacadle a los animales su cola y
vociferarán con más vehemencia, igual a un charlatán al que se le han amarrado
las manos, y que se ahoga cuando habla.
¿Qué se ría de un rey sin su séquito?... Caídos sus pétalos, el corazón de la
flor ya no resplandece.
Son los profetas de la desgracia los que menos se equivocan, pues la desgracia
casi siempre nos llega de frente, mientras que la felicidad nos llega de
espaldas.
El silencio es un abogado que defiende su causa con los ojos.
El beso termina en punta de aguja, y la voluptuosidad en abanico. El beso es
flecha, y la voluptuosidad es surtidos.
La mujer nos torno poetas; el niño nos torna filósofos.
La abeja está demasiado ocupada en recoger el jugo de las flores para detenerse
en contemplar los campos paradisíacos en los que penetra a cada instante. ¡El
hombre está demasiado ocupado en "ganar su vida" para vivirla!
Si el sol fuera modesto no se ría sol. No se puede ser grande y disminuido al
mismo tiempo.
Sólo a los veinte años las lágrimas son un afrodisíaco.
El diablo es el lado más estable de las creencias. El debilitamiento de la
creencia en el diablo preludia la decadencia de las religiones.
El hombre está dispuesto a creerlo todo, con tal que se lo digan
misteriosamente. Quien quiere ser creído, debe hablar en voz baja.
El defecto de todo gran artista es el de querer, a la larga, hacer una ciencia
de su arte, de reiterar el gesto de Adán, quien no contento con disfrutar del
Paraíso, quiso aún conocer el mecanismo y encontrar la fórmula.
La distinción consiste ante todo en la sobriedad de los gestos. Es porque no
hace un gesto de más, que nosotros decimos que el animal es más distinguido que
nosotros.
Toda mueca parte, pero no retorna a su punto de partida, salvo las muecas de la
gente que llora.
Nosotros podemos ver dos objetos al mismo tiempo, pero nunca dos rostros a la
vez, puesto que el rostro humano es un todo, y todo objeto, cualquiera que éste
sea no es más que una partícula de un conjunto mucho más grande. Sólo el rostro
humano concentra toda nuestra mirada.
El animal solamente tiene la moral de la nariz, la conciencia del olfato. El
animal que acaba de sentir un olor que le disgusta, y que sea contrario a su
psicología, torcerá la cabeza y se alejará con un aspecto contrito, como el
pecador que huye del lugar de su caída, con la cabeza baja y el alma atiborrada
de remordimientos.
La Zarza Ardiente fue el símbolo-preludio de la Crucifixión. Si Cristo no
hubiera estado "sobre otro plano" en el momento de la crucifixión, su
propio cuerpo hubiera incendiado la cruz.
Aullar es para lo perros una manera de charlatanear. Para hablar
"seriamente", los perros gruñen.
Los animales se alaban moviendo, y se enorgullecen levantando el cuello. Los
vanidosos en la raza humana, por falta de cola, se alaban con las caderas.
Tenemos siempre cien años para los que nos detestan, y veinte, para los que nos
aman. A los que se ama, se les rejuvenece siempre.
Un sacerdote es a menudo un inmenso poeta que no ha encontrado una lira a su
medida. ¡Cuántos poetas, por otra parte, son auténticos sacerdotes
ignorados!...
Estamos todavía en el estado burgués de la poesía, en la que la música de las
palabras, metida entre las dos riendas del diccionario y de la gramática, debe
obedecer a estas dos o sufrir el látigo de la ignominia. La poesía no puede ser
viva y liberada, mientras los poetas no se atrevan a cambiar el sexo de las
palabras, a voluntad, con el fin de crear disonancias y asonancias para
encontrar las necesidades de la musicalidad del verbo y las modulaciones del
pensamiento. La poesía no será angélica sino el día en que las palabras sean
plásticas.
La muerte es más fácil de definir que la vida, así como el signo menos es mucho
más preciso que el signo más.
Los artistas son únicamente los estudiantes de la luz, de la cual la flor es la
única diplomada. El artista no tiene sino el arte de los colores. La flor tiene
también la ciencia de los colores. Por ciencia hay que entender el sentido
perfecto, que significa conocimiento intuitivo y absoluto, y que aparte la nota
falsa y el paso en falso. Pintores, tenéis en la flor el mejor maestro de
dibujo, el mejor colorista y el mejor formalista. Pero como la flor no enseña
sus secretos sino únicamente por la mirada, no basta mirar la flor para
aprender de ella, sino, sobre todo, hacerse mirar por ella. El hombre que nunca
haya sentido el ojo de la flor posarse sobre él, no es un artista, por muy
grande que sea su prestigio y por muy incomparables sus telas.
Un hermoso cuerpo de mujer es la mejor lámpara de cabecera. Dormir juntos torna
menos opaca la noche.
La muerte es una electrocutación por una descarga vital, pero la descarga
proviene del más allá. Esto, porque el "voltaje" de nuestro mundo es
demasiado bajo para matar. Poned a la humanidad de un extremo a otro, como una
batería en serie, y no conseguiréis la millonésima parte de la fuerza
electro-psíquica del más "diminuto" de todos los ángeles del Paraíso.
Los colores rosados son los dientes de leche del sol.
Si las iglesias estuvieran construidas en forma de ataúdes, los fieles huirían
de ellas como de la peste. Del mismo modo que se toma un narcótico para tratar
de olvidar la vida, ¡cuántos no van a la iglesia para tratar de olvidar la
muerte!...
La idea de Dios varía de edad en edad con la subida y el descenso de las
religiones; la idea del Diablo es el más estable de nuestros instintos; ya que
la adoración es pasajera y el miedo, permanente.
Dios está en todas partes en la naturaleza, pero aparece en todas partes de
incógnito. Lo que nos impide ver a Dios, es que nuestro espíritu es complicado,
mientras que Dios es simple.
El olor es el más permanente de todos nuestros gustos. Cuando no se ama un
olor, es para siempre.
La voluptuosidad es un placer redondo. Si la Serpiente hubiera partido en dos
la Manzana, la Voluptuosidad nunca hubiera existido.
El diamante es la gallina de los huevos de oro de la luz.
Un hombre obeso que gesticule parece más gordo todavía. La simplicidad de los
gestos adelgaza.
La voz humana es el mediodía de los sonidos.
El humo es una indigestión del fuego.
El miedo descompone el aliento, como una ensalada rusa que caminara de espaldas
para volver a sus elementos.
El nimbo lunar es el anillo nupcial del Día y de la Noche.
La boca es más periódica que el ojo. La mujer tiene el ojo para "su
mes" y tiene su boca para "el día".
El sol tiene la mirada inmutable. Dios en toda su eternidad, no ha pestañado ni
una sola vez.
Nunca se es totalmente loco de los dos ojos a la vez, o totalmente sabio de los
dos al mismo tiempo. Siempre un ojo hace un poco el clown, mientras que el otro
permanece serio. El ojo es una balanza hormigueante de contrapesos.
El egoísmo pone los sentimientos en fila india.
El otoño es el palimpsesto de todas las estaciones.
Siempre hacemos esperar a Dios por unos clientes más apremiantes. La misa es la
entrevista con Dios fijada de antemano.
La voluptuosidad es la más poderosa sensación que tenemos de la velocidad.
El Diablo es
la cuarta dimensión de las iglesias.
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