Πέμπτη 3 Φεβρουαρίου 2022

MAΡTIN ΑΔΑΝ

 

MARTÍN ADÁN

 


SONETO A LA ROSA 4

 

La rosa que amo es la del prudente,
la de sí misma, al aire de este mundo,
porque lo que es, en ella, lo confundo,
con lo que fui de cuerpo y no de mente.


Si en la de alma espanta el vehemente
designio sin deseo y sin segundo,
en esta vence el incitar jocundo
de un ser cabal, deseado, competente.


Así, el engaño y el pavor queridos
cuando la rosa que movió la mano
golpea, dentro, al interior humano.


Que obra alguno, divino de pequeño,
que no soy y que sabe, por los sidos
dioses que fui, ordenarme asá el ensueño.


 

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