ALBERTO GUILLÉN
ANACREONTICA
Ríe al dolor, hermano,
y apura tu licor,
en este mundo vano
no hay minuto sin flor;
exprime con tu mano
las ubres del amor:
ya te espera el gusano,
el único señor;
acorta tu camino
con la embriaguez del vino
del placer y después
ve tranquilo a la puerta
de la mansión desierta
de lo que ya no es...
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