EDITH
CHECA
NO
ME PIDAS SILENCIO
No
me pidas silencio
cuando el aire viene impregnado de saudades
y se acaricia en las hojas de ese árbol
con piel de desengaños
que es mortecina noche de besos
y caja fuerte de deseos
No me pidas silencio,
porque no callaré los secretos
de esa pradera
mullida de caricias que enjugó sus enojos
de niño enfurruñado por el destino,
y que ahora se seca.
No me pidas silencio
que no puedo callar esta pena
plagada de cuchillos
que gritan su nombre: ¡azul!,
y mi soledad: ¡blanca!.
Y son alacranes de acero entre mis libros
y entre mis ojos, y entre mis costillas.
¡Que no me pidas silencio!
¡porque no voy a callar!,
que no quiero callar esta pena
que se derrama y me forma balsa,
y lago, y catarata,
y asume su papel
de borradora de encantos y ensoñaciones.
¡Que no me pidas silencio!
porque no voy a callar
¡Calla tú, recuerdo!
cuando el aire viene impregnado de saudades
y se acaricia en las hojas de ese árbol
con piel de desengaños
que es mortecina noche de besos
y caja fuerte de deseos
No me pidas silencio,
porque no callaré los secretos
de esa pradera
mullida de caricias que enjugó sus enojos
de niño enfurruñado por el destino,
y que ahora se seca.
No me pidas silencio
que no puedo callar esta pena
plagada de cuchillos
que gritan su nombre: ¡azul!,
y mi soledad: ¡blanca!.
Y son alacranes de acero entre mis libros
y entre mis ojos, y entre mis costillas.
¡Que no me pidas silencio!
¡porque no voy a callar!,
que no quiero callar esta pena
que se derrama y me forma balsa,
y lago, y catarata,
y asume su papel
de borradora de encantos y ensoñaciones.
¡Que no me pidas silencio!
porque no voy a callar
¡Calla tú, recuerdo!
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου