CARLOS DE LA PÚA (1898-1950)
Era una mina bien, era un gran coche,
era un packard placero, era una alhaja:
auto que siempre trabajó de noche
llevando siempre la bandera baja.
Pero un día la droga la hizo suya
y, en vez de cargar nafta, echó morfina
y cerrando el escape por la buya
se fajaba debute en cada esquina.
Ayer la vi pasar... Iba dopada
y me sentí, yo curda, un santo Asís
al ver que de su pinta abacanada
pinta que fuera de auto de parada,
sólo queda, cual resto de chocada,
con los cuatro fierritos del chasís.
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